Jul 25, 2017 / by admin27 / No hay comentarios

Sin dudas es el deportista del que más se habla en el mundo por estos días. Con el triunfo en el British el domingo pasado en el que logró su 3er Major, Jordan Spieth nos dio una lección sobre “de qué se trata el golf”. El golf es un juego de errores, en el cual todos tratamos de aprender a manejar nuestras emociones y sensaciones para lograr hacer la menor cantidad de golpes posibles. Jordan el domingo, mostró de la mejor manera eso de manejar las emociones y sensaciones.

En el mundo de estos superjugadores, la relevancia de un buen swing de golf es menor y toma muchísima más importancia “lo que no se ve”. Lo que distingue a un jugador de otro y lo que explica porque uno es el 1 del mundo y otro el 100:  no es la distancia de sus drives, ni cómo le pega a la pelota, ni la forma de hacer el swing: es la capacidad de reinventarse en pocos minutos, adaptarse a las circunstancias del momento, hacer el golpe adecuado en el momento indicado, aprender a ahorrar golpes, todo esto y seguramente mucho más hace Jordan Spieth en una cancha de golf. Y si bien nadie es infalible (lo demostró en el Masters del año pasado), él tiene la habilidad de hacer todo esto con suma facilidad y bastante frecuencia.

Jordan le hace bien al golf, ayuda a que el resto de sus jugadores mejoren su nivel de juego y tengan que exigirse al máximo para vencerlo y es un excelente ejemplo para que los chicos que comienzan vean de qué se trata este juego: no es sólo pegarle fuerte a la pelota, sino que hay que ser inteligente, mantenerse calmo y lúcido en los momentos más apremiantes y confiar en uno mismo.